La Noticia sobre Otras Disciplinas que Enriquecen el Manejo de la Diabetes
¿La Obesidad Debe Reconocerse como una Enfermedad? Dos Puntos de Vista
Wilding JPH, Mooney V.
BMJ 2019;366:14258 
17 de Julio de 2019

La Obesidad Sí es una Enfermedad.

La acumulación excesiva de tejido adiposo tiene múltiples complicaciones y debe considerarse una enfermedad y la Organización Mundial de la Salud así la considera desde 1936. Hay factores genéticos y ambientales que contribuyen en su etiología e influyen en el control ponderal, el almacenamiento de tejido adiposo y el riesgo de complicaciones.

Se ha demostrado que del 40 al 70% de la variabilidad ponderal es hereditaria y que entre las más de 200 variantes genéticas que influyen en el peso, las que lo aumentan son más frecuentes en personas con obesidad mórbida. 

El aumento reciente en personas con obesidad no solo se debe a factores genéticos sino a trastornos del medio ambiente (nutrición, sedentarismo, determinantes sociales). Hay una relación estrecha con la deprivación social y algunos ambientes son más obesigénicos que otros.

A pesar de lo anterior, se sigue pensando que las personas “producen su obesidad” y que son las únicas responsables de resolverla. Muchos médicos desconocen la complejidad de la obesidad y las necesidades de los pacientes. Al reconocer que la obesidad es una enfermedad no elimina la responsabilidad de los pacientes; es necesario que actúen para bajar de peso.   

La Obesidad No es una Enfermedad.

La obesidad es el punto final de un proceso multifactorial, produce estigmas y es potencialmente catastrófica para las personas y para la sociedad. La tradición médica consiste en diagnosticarla y escribir una guía para su manejo como si fuera la última pieza de un rompecabezas sin tener evidencia suficiente. 

Si definir la obesidad como una enfermedad fuera inocuo no importaría, pero la autodeterminación es vital cuando es necesario que las personas controlen su vida, su autonomía y tomen las decisiones que más les convengan.